Santa Anna no es un traidor, es inocente: Melchor Peredo
- “Su figura es clave y estratégica hoy, porque nos plantea la vida de un hombre que vive la formación de una nación”, planteó Carmen Blázquez
- Ricardo Corzo dijo que la historia no es un tribunal que juzgue qué personaje es héroe y a cuál quitar
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
23/10/2022, Xalapa, Ver.- Antonio López de Santa Anna peleó en defensa del territorio mexicano durante casi 30 años; cuando tenía 16 se inscribió en el ejército real. Fue terrible, veleidoso y extravagante, compartió el muralista Melchor Peredo.
El Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV) realizó el conversatorio “Antonio López de Santa Anna: presencia de un mito histórico”, en el que participó el muralista veracruzano y los investigadores Carmen Blázquez Domínguez, Ricardo Corzo Ramírez y Abel Juárez Martínez.
Melchor Peredo contó a los asistentes que al cumplir 20 años Santa Anna decide cambiarse al bando insurgente, después de que Agustín de Iturbide se proclamara primer emperador de México y organizó un plan para derrocarlo.
“Después, en el puerto de Veracruz, en 1824 convocó a su regimiento (cerca de 300 personas) para proclamar la República Popular Federal Mexicana.”
El dilema, señaló, está en la respuesta a las preguntas: ¿están de acuerdo en que Santa Anna es un traidor a la patria por vender más de la mitad del territorio a Estados Unidos?, ¿está su firma en el Tratado de Guadalupe-Hidalgo?
“La mayoría de la gente respondería que es un traidor a la patria, pero Santa Anna jamás firmó ese documento, por lo tanto, no vendió la mitad del territorio, no traicionó a México, es inocente.”
Un año antes del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, Santa Anna había dimitido de la presidencia del país porque sólo se dedicaría a la defensa de la Ciudad de México, la cual ya estaba en poder de los norteamericanos.
Dejó el gobierno en manos de Manuel de la Peña y Peña, quien era ministro de la Suprema Corte de Justicia y explicó que debía ceder lo que pedían, de lo contrario todo el país sería de los Estados Unidos.
El documento fue firmado por Nicolás Trist, comisionado de Paz de los Estados Unidos, y por parte de México, Bernardo Couto, Miguel Aristáin y Luis Cuevas.
“Bien lo dice la frase de la investigadora Carmen Blázquez: ‘Si Antonio López de Santa Anna no hubiera existido, la gente lo hubiera inventado’. Tengo la esperanza que esta plática pueda tener un efecto útil en el conocimiento de nuestra patria, de quién la traiciona y quién la construye.”
Sobre su trabajo como muralista, compartió que desde su niñez le interesó pintar, siguiendo los pasos de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
“La pintura en las paredes de los edificios tiene un gran compromiso, por eso reviso, estudio y sigo estudiando la historia para no pintar mentiras que verán las personas.”
Por su parte, Carmen Blázquez mencionó que la plática fue propuesta por el muralista, con la intención de debatir y reflexionar sobre esta figura histórica.
Dijo que los puntos que mostró el conversatorio son: las múltiples facetas que rodean a Santa Anna; que la historia no se repite; que se buscan las constantes que están presentes en todos los tiempos; que al final de cuentas la historia es hecha por el hombre que es impredecible y su naturaleza lo hace tener muchas facetas.
“Santa Anna es como mirarse en un espejo, porque refleja a la sociedad de su tiempo; muchas de las cosas que se piensan de él, las comparten otros individuos de su tiempo.”
En tanto, Ricardo Corzo recordó que uno de los problemas permanentes de los historiadores es darle voz a la historia y a los objetos históricos. La historia está plagada de ideales y traidores, valores con los que se juzga el comportamiento de los hechos y personajes históricos.
“Hay filias y fobias, pero también hay una búsqueda de la verdad histórica, se duda que exista, porque se busca la objetividad y cada generación hace una relectura del pasado.”
De Santa Anna compartió que fue un personaje con carisma y poder de convocatoria, “tenía sed de poder, ¿quién no la ha tenido?; cambiaba de bando, pero ¿quién en México no es intermitente en sus concepciones políticas?”.
”Querer explicar a Santa Anna es como querer explicar a los traidores de la patria en la visión de la historia oficial. No estamos en un tribunal para decidir qué personaje pasa como héroe y a cuál quitamos”, señaló.
Por último, Abel Juárez comentó que López de Santa Anna es un personaje de la historia al que no puede aplicarse los patrones culturales actuales para entenderlo, sino comprender las circunstancias y momentos que vivió.
“Fue un personaje contrastante y escurridizo, habría que entender qué circunstancias se vivían a nivel internacional y nacional.”