Tabaquismo agrava desigualdades sanitarias y pobreza

Redacción/Xalapa. El tabaquismo es una enfermedad crónica que agrava las desigualdades sanitarias y de pobreza, además de constituir la principal causa de enfermedades en el mundo que pueden ser 100 por ciento evitables y prevenibles, aseguró Juan Arturo Sabines Torres, consultor de la OPS/OMS para alcohol y tabaco. 

El psicólogo y maestro en administración de sistemas de salud fue conferencista, el jueves 28 de octubre, en el X Foro de Investigación-Acción para la Prevención de Consumo de Drogas organizado por la Universidad Veracruzana (UV), en donde ofreció la conferencia “Tabaquismo en México, ¿qué falta por investigar y cómo debemos intervenir?”. 

El tabaquismo, dijo, representa un factor alto de riesgo de enfermedades no transmisibles y es responsable de las cinco de mayor carga en el mundo que desencadenan en el 70 por ciento de fallecimientos; en México la morbilidad atribuible a esta adicción es: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiaca, neumonía, accidente cardiovascular, cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer. 

Puntualizó que no hay producto más nocivo que el tabaco –desde su concepción hasta su consumo– pues desde que se cultiva daña el medio ambiente y cuando se desecha como colilla de cigarro es la basura más común del mundo que afecta la salud colectiva y medioambiental. 

Sabines Torres dio a conocer que se estimaba que para 2030 el tabaquismo alcanzaría ocho millones de muertes por año en el mundo, cifra que se registró en 2019; de ese total, un millón 300 mil personas no fumaban, es decir, murieron por exposición al humo de tabaco, por convivir con consumidores cotidianos. Se calcula que a nivel mundial hay mil 300 millones de fumadores, de los cuales 43 millones son menores de edad (13-15 años). 

En México, la prevalencia actual de consumo de tabaco por jóvenes es de 4.7 por ciento (un millón 12 mil): consumo diario 1.2 por ciento y ocasional 3.5 por ciento; mientras tanto, la prevalencia de uso de cigarros electrónicos en adolescentes se estima en 1.2 por ciento (268 mil). 

Por cuanto hace al consumo de tabaco por entidad federativa, se focaliza principalmente en los estados del norte, centro y occidente; sin embargo, aunque la prevalencia en el sur es más baja, enfrentan los mayores retos en términos de la carga de enfermedad y costos de atención médica. 

Dada la magnitud del problema, diversas instituciones en el país realizan investigaciones sobre la adicción al tabaco, entre ellas: Secretaría de Salud (SS), Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), UV y Centros de Integración Juvenil, entre otros. 

Se pronunció porque se continúe con investigación local y regional; con el monitoreo epidemiológico y de cumplimiento de políticas públicas; la relación del tabaquismo con enfermedades infecciosas emergentes (Covid-19); los nuevos productos y su impacto en las nuevas generaciones, así como el contenido de los productos de tabaco (auditivos y nuevos sabores). 

Sobre qué medidas tomar, dijo que es fundamental el trabajo en el primer nivel de atención de salud, fortalecer la intervención breve, impulsar el uso de las tecnologías para la cesación del tabaquismo, actualizar las guías de práctica clínica para incorporar la atención de problemas derivados por el uso de productos novedosos y emergentes, promover la homologación de las clínicas especializadas para dejar de fumar, y supervisar y regular los servicios basados en métodos carentes de evidencia científica. 

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