Tiran toneladas de alimentos pero el hambre crece

CDMX/AlMomentoMX. Cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, una fecha con la que se busca concientizar sobre el problema alimentario y la solidaridad por quienes cada vez más padecen hambre, desnutrición y la pobreza.

De hecho, el desperdicio de alimentos y el hambre son problemas que han escalado a la par en el continente americano. En Latinoamérica, más de 42 millones de personas pasan hambre, mientras que en la región se pierden o desperdician hasta 127 millones de toneladas de alimentos anualmente”. En Estados Unidos la cifra es peor: se desperdicia alrededor de 126 millones de toneladas de alimentos al año.

De acuerdo con datos de la ONU, en todo el mundo se pierden o se desperdician cerca de mil 300 millones de toneladas de comida cada año… ¡cantidad suficiente para alimentar a dos mil millones de personas.

Los más desperdiciadores de alimentos 

Pese a que solo algunos países disponen de datos consolidados, se ha confirmado que Norteamérica reporta una de las cifras más altas del continente. Según la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), una organización regional que investiga el impacto de ese desperdicio, cada año en América del Norte se pierden 167 millones de toneladas de alimentos: 126 millones en Estados Unidos, 28 millones en México y 13 millones en Canadá.

En Estados Unidos, cada ciudadano tira a la basura cada año más de 38 millones de toneladas de alimento, en un país en el que un 11.8 por ciento de familias afrontó hambre por lo menos una vez en 2017. Mientras que en México, la pérdida y despilfarro representa cerca del 35 por ciento de la producción, un volumen que serviría para alimentar a 7 millones de personas.

En América Latina, Colombia es uno de los países que muestra una de las cifras más significativas, ya que pierde o desperdicia 9.76 millones de toneladas al año. Le sigue Argentina, con 16 millones de toneladas de alimentos que dejan de consumirse, de los cuales “14.5 millones corresponden a pérdidas y 1.5 millones a desperdicio (en el comercio y consumo)”, según el Gobierno.

Para Brasil, los datos apuntan a que de los 268.1 millones de toneladas disponibles, se perdieron unos 26.3 millones; es decir, cada brasileño tiró a la basura más de 40 kilos de comida al año; mientras en República Dominicana se desperdician 1.1 millones de kilos de alimentos por semana; en Perú se estima que se desperdician entre 5 y 9 millones de toneladas al año.

Frente contra desperdicio

Aunque son pocas, hay variadas políticas en el mundo, como la de Japón, que ha impuesto tasas de “reciclaje” de víveres de hasta el 95 por ciento para la industria; países como Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y México, que han optado por los bancos de alimentos; o los incentivos fiscales en Chile y Perú.

En el caso de Colombia se acaba de sancionar una ley que prohíbe destruir los alimentos aptos para el consumo humano que no lograron ser comercializados y se promueve donarlos a organizaciones sin ánimo de lucro. Algo similar ha surgido en Venezuela, donde se busca crear el primer banco de alimentos del país, con el fin de atenuar la crisis humanitaria.

Mientras que la empresa social Mboja’o de Paraguay ofrece a restaurantes y empresas gastronómicas sus servicios para repartir los excedentes de alimento en comedores sociales. En Francia se prohibió a los supermercados tirar los alimentos que no vendan, y se creó la Red de Gastronomía Social, que reúne a más de 70 chefs con el ánimo de aprovechar al máximo y reutilizar los subproductos de las preparaciones.


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