Víctimas chilenas piden ‘medidas ejemplares’ contra abusos en la Iglesia

Ciudad del Vaticano, 02 de mayo/Notimex. Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, las víctimas chilenas de abusos sexuales que se reunieron estos días con el Papa Francisco, exigieron hoy “acciones ejemplares y ejemplificadoras” en la Iglesia contra ese flagelo, que calificaron de “epidemia”.

Tras permanecer durante unos días en la residencia del pontífice en el Vaticano, la Casa Santa Marta, los tres chilenos comparecieron en la sede de la Asociación de Prensa Extranjera en Roma y aseguraron que le entregarán al líder católico sugerencias concretas en la materia.

“Esperamos que el Papa transforme en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón. De no ser así, todo esto será letra muerta”, indicaron en una declaración pública leída al inicio de la conferencia.

Al mismo tiempo, reconocieron que durante los cuatro días pasados en la residencia papal conocieron el “rostro amigable de la Iglesia”, que fue “totalmente diferente” a lo que vivieron antes, cuando, por espacio de 10 años, fueron tratados como “enemigos” por luchar contra el abuso sexual.

Cruz, Hamilton y Murillo destacaron que a cada uno el pontífice le pidió formalmente perdón, en su nombre y de la Iglesia universal, gesto que reconocieron y agradecieron, así como la “enorme hospitalidad” y “generosidad” de estos días.

“Pudimos conversar de manera respetuosa y franca con el Papa. Abordamos temas difíciles, como el abuso sexual, el abuso de poder y, sobre todo, el encubrimiento de los obispos chilenos”, añadieron.

Precisaron que nunca hablaron de estos actos como “pecados” sino como “crímenes” producto de una corrupción “que no se agota en Chile”, sino que “es una epidemia” que ha destruido miles de vidas de niños y jóvenes.

Subrayaron que Jorge Mario Bergoglio se mostró “muy receptivo, atento y empático” durante las largas horas de conversación con ellos (a razón de más de 120 minutos con cada uno), de ahí nació la idea de “generar sugerencias” que se comprometieron a enviarle en los próximos días.

Al mismo tiempo, los tres chileno recordaron que, a lo largo de su vida, encontraron sacerdotes, religiosos y religiosas comprometidos con la dignidad de las víctimas y la justicia, personas honestas y valientes que han logrado avances en esta lucha. “Son muchos y son imprescindibles”, constataron.

“Quisiéramos repetir que decidimos aceptar esta invitación en nombre de miles de personas que han sido víctimas de abuso sexual y del encubrimiento de la Iglesia católica. Ellos le han dado sentido a nuestra visita”, puntualizaron.

Los tres fueron víctimas del sacerdote Fernando Karadima, que durante años fue párroco del templo de El Bosque en Santiago de Chile y quien fue hallado culpable de abusos sexuales en el año 2011.

La invitación del Papa surgió por las acusaciones que los tres chilenos lanzaron contra el obispo Juan Barros, designado por Francisco en 2015 como pastor de la diócesis de Osorno y quien por muchos años fue la mano derecha de Karadima.

Pero en enero pasado, durante su visita apostólica a Chile, Bergoglio se dio cuenta que estaba equivocado y mandó a realizar una investigación a fondo, tras la cual reconoció haber cometido “graves equivocaciones” y anticipó que le pediría perdón personalmente a los involucrados.

El líder católico también develó haber caído en errores por “falta de información objetiva y veraz”, por lo que las víctimas de abusos sexuales tronaron contra el cardenal Javier Errázuriz, uno de los más cercanos colaboradores del Papa y quien fue, hasta 2011, arzobispo de Santiago.

“Para mí el mayor daño no fue el causado por Karadima, sino por el cardenal Javier Errázuriz, que encubrió por más de cinco años a ese cura. Él es realmente un criminal”, precisó Hamilton.

Afirmó que “le encantaría” que Errázuriz fuese llevado a juicio, así como también el actual arzobispo de la capital, el también purpurado Ricardo Ezzati. “Todos a la cárcel por encubrir”, insistió.

“Pedimos al Papa que no le tiemble la mano para castigarlos, no por haber cometido un pecado, sino por haber cometido un crimen, un crimen contra la sociedad”, sostuvo por su parte Murillo.

En la tercera semana de mayo, todos los obispos miembros de la Conferencia Episcopal Chilena se reunirán con Francisco en el Vaticano para discutir la crisis y establecer medidas de corto, mediano y largo plazo.

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