Redacción/Xalapa. —Esto se llama Diálogos de paz y comunicación para el buen vivir. Consiste en un conjunto de talleres y dinámicas con las cuales la gente empieza a comunicarse de mejor manera. Hacemos trabajo en grupo para que quienes se acerquen entiendan que hay otras maneras de comunicarnos que no son el bullying, es decir, maneras no violentas.
También es para que los que no hablan se atrevan a hablar y encuentren un espacio seguro. Cada uno de nosotros es especialista en diferentes técnicas para lograr esto. Una de ellas se llama coescucha y hay otra que se llama el paso del bastón de la palabra —explica Alberto Ruz de 73 años, originario de Tepoztlán, Morelos, uno de los especialistas que dirigen las dinámicas en los Diálogos de paz en el Nicho de la Armonía de la Aldea de la Paz, en el Parque Takilhsukut. Aquí, el público del Festival Cumbre Tajín puede reconectarse con su cuerpo, alma y espíritu tanto como con la naturaleza y las personas que los rodean.
Así, del 20 al 24 de marzo, a través de la danza, el ritmo, el yoga, el chi kung, la comunicación y el diálogo, los maestros y especialistas de dichas prácticas guían a los visitantes del Nicho de la Armonía.
—Es una fábrica de tecnologías de comunicación —abunda Cáhuac Camacho, de 39 años de edad y procedente también de Tepoztlán, Morelos—. Tratamos de ayudar a las personas a entender qué es la comunicación. A nivel social hay muchos problemas de comunicación, y lo que aquí buscamos es crear un espacio de reflexión para transformar la comunicación. Para eso les proporcionamos herramientas dinámicas y de juego para lograr una comunicación asertiva y no violenta. Tratamos de integrar las tres esferas: la mente, el alma y el espíritu.
Este especialista y maestro enseña las técnicas de comunicación no violenta a un grupo conformado por estudiantes y maestros de la Telesecundaria Antonio Caso, de la comunidad de Plan de Hidalgo. Una de las estudiantes que integran este grupo es Ana Isabel García, de 13 años. Ella nos comenta su vivencia en los Diálogos de Paz:
—Me sentí tranquila, contenta porque todos estamos divirtiéndonos y aprendiendo muchas cosas que antes no habíamos visto. En las dinámicas que hicimos con los maestros, estuvo muy divertido y alegre. Aprendí que a veces algunas personas no podemos expresarnos porque tenemos miedo o vergüenza a que… no sé, que se burlen o no nos acepten.
En el Festival Cumbre Tajín, que celebra su vigésimo aniversario con el lema 20 años volando alto, el público puede vivir ésta y otras experiencias en las distintas áreas del Parque Takilhsukut.
Aún quedan tres días para disfrutar de cientos de actividades culturales y recreativas, tales como talleres, juegos, sanaciones, ceremonias rituales, conferencias, conciertos, exposiciones, demostraciones y recorridos, entre otras.