Crece apetito por inmuebles y casonas con valor histórico

Misteriosas, llenas de arquitectura europea, propias para contar leyendas, pero también mudos testigos de nuestra riqueza histórica y de la narrativa de nuestro pasado desde la era de la Conquista española hasta el siglo XX, las casonas o propiedades de los últimos 5 siglos se han vuelto un mercado inmobiliario muy apetecido por los inversionistas nacionales y extranjeros.

No importa si están ubicadas en las colonias del Centro Histórico o en la Roma, la Condesa, Santa María la Rivera o San Ángel. Todas ellas, aunque no son muchas, tienen un alto valor artístico y cultural, pero también monetario, lo cual se ha convertido en el centro e interés de quienes tienen recursos para remodelarlas sin perder su esencia original y también para hacer negocio.

Muchas de estas casonas fueron ocupadas por personajes de la era independentista o revolucionaria. Esposas de presidentes como Guadalupe Victoria o Porfirio Díaz dejaron plasmado su buen gusto en ellas. Aunque la mayoría han sido restauradas, conservan su esplendor original: Grandes ventanales, herrería de ese tiempo, y en su interior presumen candelabros imponentes, cortinas de terciopelo, bibliotecas muy bien conservadas, cuadros elaborados por pintores y artistas famosos, elegantes pasillos y hasta se pueden apreciar piezas antiguas, lámparas, libros y alfombras de la época.

De acuerdo con cifras oficiales, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura tiene en su haber 5 mil 738 inmuebles con valor artístico, y existen mil 226 propiedades con valor histórico catalogadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Sin embargo, de las 35 millones 219 mil viviendas particulares habitadas en México -según el Censo de 2020-, no son más de 5 mil 587 los inmuebles y casonas privadas las que están catalogadas por más de una autoridad y que tienen un valor histórico o son joyas arquitectónicas o artísticas.

La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), por su parte, tiene en su portafolio de negocio a 87 mil inmuebles de los cuales 3 mil 640 califican como históricos.

INMUEBLES PARA MUCHOS SEGMENTOS DE NEGOCIO

Por todas esas razones, los inversionistas están ávidos por ese tipo de inmuebles, afirma Emilio Rojas Cobián, presidente de la AMPI.

Ingeniero de profesión, profesional inmobiliario por vocación, tamaulipeco de origen, y presidente de la AMPI desde enero de 2024, Rojas Cobián puntualiza: “Precisamente la riqueza arquitectónica es la que los hace atractivos. En AMPI estamos a favor que se cuiden esas propiedades y sabemos que quienes hacen ese tipo de inversiones son conscientes de los grandes activos que ostenta un bien catalogado en la historia”.

Muchos de estos patrimonios en los centros históricos del país y en colonias específicas de la Ciudad de México, aunque son auténticos promotores de la historia, se han transformado en hoteles boutique, galerías y atractivos culinarios. “Así, se les dio sentido a los espacios subutilizados en primera y segundas plantas”, comenta Rojas Cobián.

Y puntualiza: Las casonas del país y de la Ciudad de México impulsan a segmentos productivos como turismo, comercio, hotelería y gastronomía. Son polos de atracción, con alta influencia europea, para incrementar la densidad poblacional, y con gran éxito y rentabilidad para los inversionistas que pueden capitalizar esos espacios.

En entrevista, el presidente de AMPI aclara que comercializar este tipo de inmuebles no es complicado, lo difícil es hallar agentes especializados y con el expertise en ese tipo de propiedades.

Rememora que en marzo realizaron su 12 Simposium de Centros Históricos AMPI 2024 en Guadalajara, con el objetivo de que “nuestra comunidad inmobiliaria conociera cómo estamos restaurando; cómo estamos provocando junto con la autoridad y con los empresarios la permanencia de este patrimonio”.

Para el dirigente de más de 7 mil profesionales inmobiliarios son diferentes los perfiles de inversionistas que quieren una casona con valor histórico o los que se interesan más por un espacio habitacional o para oficina en Santa Fe o Polanco.

Sin embargo, subraya, todos necesitan a uno de ellos para que guíe a los propietarios y compradores en la concreción de una escritura.

Confirma que en la Ciudad de México no hay restricciones legales o reglas que acoten este tipo de negocios o de compraventa.

“La gente que invierte en este tipo de inmuebles, lo hace precisamente por la riqueza arquitectónica e histórica que tiene la propiedad y su interés por conservarla así”, asegura.

Finalmente, comenta que tiene mucho futuro el mercado inmobiliario donde encajan las viejas casonas o inmuebles que incluyen hechos históricos en sus paredes. La tendencia ya está probada en ciudades como San Miguel de Allende, Guanajuato, o las colonias Roma y Condesa, en Ciudad de México.

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