Presentan en el Senado “Mafia Mexicana”, análisis de la problemática de la delincuencia organizada

El senador del PRD, Omar Obed Maceda Luna, encabezó la presentación del libro “Mafia Mexicana”, texto elaborado por Antonio Eduardo Coss y León Quiroz que analiza y reseña la evolución de los grupos delictivos en el país, además de proponer soluciones a esta problemática más allá del enfrentamiento y tomando en cuenta las causas que originan las actividades ilícitas.

Durante el evento celebrado en el Senado de la República, Maceda Luna detalló que el texto, publicado por la editorial Letrame, expone cifras y estadísticas que pueden compartirse con legisladoras y legisladores para generar políticas públicas de procuración de justicia.

Lo anterior, sostuvo, demuestra que la delincuencia organizada realmente existe en el país a pesar de que hay quienes refutan esta afirmación; además evidencia que las fiscalías estatales no toman en cuenta homicidios o secuestros relacionados con esas organizaciones, lo que las vuelve “meras espectadoras”, y al Estado, acusó, participe de la problemática.

El autor del texto y experto en criminología, Antonio Eduardo Coss y León Quiroz, expuso parte de esas cifras del alcance de la delincuencia organizada: tiene presencia en 1.59 millones de kilómetros cuadrados del territorio nacional, lo que pone en riesgo a más de 108 millones de mexicanos que están a merced de 175 bandas criminales.

El también catedrático e investigador explicó que el crecimiento de la delincuencia organizada se debe a su evolución desde principios de los 80, donde pasaron de bandas a cárteles (nombre que les dio la DEA derivado del alemán “kartel”, para definir un monopolio), para luego convertirse en mafias, término que consideró más adecuado pues hoy en día son organizaciones con antigüedad, rituales, sistemas de conducta y diversidad de actividades ilícitas.

Al respecto, el también investigador y ex rector de la escuela Jurídica y Forense del Sureste, Jesús Jiménez Granados, abundó en que, gracias a la diversificación de sus actividades, más allá del trasiego de drogas, “a los grupos criminales incluso hoy los financiamos los mexicanos”, pues, por ejemplo, al pagar un kilo de limón, también pagamos el cobro de piso que se les exige a los productores. 

El también catedrático y autor del prefacio del texto, Francisco Reyes García, coincidió en que, a partir de 1996, las organizaciones criminales mexicanas comenzaron a forjar sus costumbres, rituales o mitos (como la adoración a Jesús Malverde o a la Santa Muerte), con lo que actualmente son más parecidas a las organizaciones mafiosas italianas, como la poderosa ´Ndrangheta.  

Kelvin Garfias Ramírez, también autoridad en la materia y autor del epílogo de “Mafia Mexicana”, recordó que fue en Italia donde se llegó a la conclusión de que las organizaciones criminales proliferaban gracias a la tolerancia de las instituciones. Ante el escenario mexicano, opinó que se debe pensar en el futuro que queremos dejar a las próximas generaciones, pues muchos jóvenes de la actualidad ven a la delincuencia como algo normal y cotidiano.

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