Gilberto Gutiérrez pide no pichicatear el recurso para la promoción de la cultura

Isabel Ortega, Xalapa, Ver.- Al recibir la medalla Adolfo Ruiz Cortínes, el director del grupo de Son Jarocho “Mono Blanco”, Gilberto Gutiérrez Silva, reprochó que los administradores de los recursos “pichicatean” los apoyos para la cultura

Usó la máxima tribuna del Estado, para acusar que el rechazo a dar dinero a la promoción a la cultura, es bajo el argumento de que este sector no genera economía.

Antes de concluir su mensaje pidió a los diputados locales que se legisle en beneficio de la tradición cultural, a fin de que los ayuntamientos dediquen un porcentaje importante a la cultura en las fiestas tradicionales.

Es inaceptable que se destinen 10 millones de pesos para la contratación de una banda que “canta música ajena a la idiosincrasia, que trae un mensaje misógino, violento”, mientras que para los eventos culturales solo se asignen 100 mil pesos para grupos que promueven la cultura.

“Me parece que va a ser muy difícil educar a los actuales presidentes municipales y a los futuros paras que le den la importancia que tiene la cultura, por lo que se debe legislar para que de esa manera se dedique un porcentaje importante a las tradiciones dentro de las fiestas tradicionales como la que va a haber en Tlacotalpan”, comentó.

“Los administradores de los recursos públicos en general son reacios a la cultura y pichicatean los recursos con el argumento de que la cultura no genera economía, a pesar de todo ello el movimiento cultural jarocho ha crecido dentro del estado y del país, pero lo más sorprendente es el crecimiento que ha tenido en otras naciones como Estados Unidos, Canadá, Francia, España, Alemania y Chile”, comentó.

Refirió que el movimiento cultural ha recibido apoyos con “altas y bajas” de parte de la Federación y luego del Estado, a partir de la creación del IVEC, ahora Secretaría de Cultura.

“Digamos que Mono Blanco encontró una lumbre que se iba apagando, la atizamos y le echamos leña y al día de hoy está en expansión, el fandango que fenecía lentamente resurgió con tal fuerza que se encuentra en varias partes del mundo y en su lugar de origen recuperó su importancia dentro de la sociedad jarocha”.

Afirmó que la cultura ha ayudado a reforzar el tejido social en las comunidades, y ha generado una economía que resulta de gran ayuda para las familias, dijo.

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