Pandemia afectó sus planes de boda; pero hizo crecer su negocio

Regina Montes. Xalapa. Mayra Yolanda González González es una emprendedora de 37 años; empezó hace seis años con Crepas “La Dolce Vita” porque tras sufrir un pequeño accidente, necesitaba de un ingreso extra para pagar.

Al ser la cocina una de sus pasiones, decidió empezar con la repostería.La pandemia, como a todos los sectores, ha afectado a los emprendedores porque han dejado de hacer ferias, les prohíben acudir a ciertos lugares además de que las fiestas también disminuyeron y los contratos no son tan fáciles de obtener.

“Lo que hicimos fue enfocarnos en redes sociales y ampliar nuestro mercado a las personas más cercanas a nosotros que en algún momento las habíamos pasado por alto a vender como en la comunidad de nuestro vecindario”, añadió.

Mayra estudio publicidad y relaciones públicas y actualmente trabaja en la Universidad Pedagógica Veracruzana por lo que sus tardes libres y fines de semana se dedica a la repostería que es lo que le gusta más, junto con su novio Mario Alberto Cruz Servín.

La pandemia también afectó sus planes y su vida personal puesto que su boda estaba planeada para agosto pasado y ante la contingencia sanitaria, la tuvieron que posponer. Se fueron a trabajar a Andorra para ahorrar para la boda, pero dado que laboraban en la industria hotelera, también se quedaron sin empleo e ingresos.

“Nos habíamos ido a trabajar a Andorra para ahorrar dinero para la boda y nos agarró allá la pandemia, entonces estuvimos allá sin trabajar, trabajamos tres meses y los siguientes cuatro estuvimos confinados porque cerraron todo y nosotros trabajábamos en la industria hotelera y no había huéspedes, no había turismo, no había nada y estuvimos solventando los gastos con lo que habíamos ahorrado y pudimos regresar hasta julio de este año”, abundó.

A su regreso, tras ochos meses de estar fuera, su negocio les ayudó a sobrellevar su situación porque fue suspendido su pago por el permiso solicitado en la universidad.

El buen equipo que ha hecho son su futuro esposo que es chef, les ha permitido ir mejorando cada vez más sus productos y poder sobrevivir a la pandemia con el amor que le imprimen a todo lo que elaboran.

“Casualmente yo llevó con mi prometido dos años y cuando empezamos yo ya tenía el negocio, pero es chef y vino a aportar cosas nuevas porque yo lo hago porque me gusta y he tomado cursos, pero no tan especializado y él sí estudió, diversificamos un poco el negocio”, Las delicias de Mayra y Alberto las pueden encontrar en Facebook como “Crepas La Dolce Vita”, no se quede sin probarlas.

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